literature

Proyecto Phantom - Capitulo 1

Deviation Actions

ElyPandita's avatar
By
Published:
2.1K Views

Literature Text

La llegada

Desde que puedo recordar he estado solo, luchando por sobrevivir, esforzándome por ocultar esa parte de mí que a otros les resulta atemorizante. Esa vez había pasado unos 3 días sin probar bocado, pero ayudaba ser mitad fantasma, tenía más energía de lo que alguien de mi edad normalmente necesita, pude mantenerme en pie por un buen tiempo.

Estaba lloviendo, las calles estaban desiertas, caminaba frente a muchos restaurantes y cafés, lucían acogedores, llenos de caras sonrientes que paulatinamente se transformaban en gestos de repulsión y pesar cuando se fijaban en mí: un delgado y sucio chico cabizbajo andando pesadamente contra la fuerza del viento.

Probablemente estarían diciendo algo como: “pobre chico huérfano, debería estar en un instituto de adopción”, lo que me lleva a otro punto: mis padres. ¿Quiénes son, cómo lucen y por qué no estoy con ellos?, son preguntas que no puedo responder, solo puedo decir que por alguna extraña razón sé que no son responsables por lo que soy y por como he vivido, así que no los culpo, de igual forma, eso no serviría de mucho ni cambiaría mi actual situación.

Pude finalmente refugiarme en un local abandonado al final de una calle, me quité la camiseta y la sequé lo más que pude, luego me senté en el suelo esperando a que el clima mejorara. Pasé varias horas mirando hacia la nada, intentando mantener la mente en blanco. Para cuando la tarde estaba acabando, estaba semi-dormido con la frente apoyada en las rodillas; un ruido rasposo me devolvió la consciencia, pero no me moví. Lo siguiente que vi fue un par de elegantes zapatos frente a mí. Levanté la mirada y había un hombre de cabello canoso y ojos azules, observándome con curiosidad.

-¿Quieres venir conmigo?- me dijo con calma, supongo que intentó guardar la distancia para que yo no saliera corriendo.

Pero yo no quería correr, no tenía como…accedí. Si tenía un techo y comida que brindarme, incluso por escasas horas, no opondría resistencia.

Me ayudó a ponerme en pies, tomé mi camiseta y lo seguí; me sorprendió toparme con una limusina negra a la que el subió confiadamente y a la que yo ingresé con temor.

-No habías visto una de estas, ¿verdad?- dijo con algo de burla.

-No el interior- confesé. Mi voz sonó forzada, aunque el pareció sorprenderse más por el hecho de que yo supiese expresarme correctamente.

-Ya veo- se pausó. –No sé si hallas oído de mí, me llamo Vlad Masters.- El nombre no me pareció conocido, no hice gesto alguno. -¿Y tú tienes un nombre?

-No en realidad, si tuve uno, lo olvidé.

-Eso es algo triste- respondió intentando sonar comprensivo.

-No si no hay nadie que necesite usarlo- la verdad es que sí existía una palabra que pudiese considerarse mi nombre, pero eso no era algo que iba a comentar.

No hizo más preguntas, el silencio era opacado por el sonido de las llantas golpeando el asfalto y las borrosas canciones de una indescifrable emisora que el conductor tarareaba. El auto se detuvo y Masters bajó, yo hice lo mismo del otro lado; al levantar la mirada me encontré con una enorme mansión, llena de luz y lujo; no me di cuenta de lo boquiabierto que me encontraba hasta que Masters me regresó a la realidad.

Pude bañarme y vestirme con la ropa nueva que me dieron; luego, mientras secaba mi cabello, caminé hasta el corredor principal donde, al parecer, Masters me esperaba para comer. Antes de poder entrar, escuché que él sostenía una conversación con alguien más, quizá fue de mal gusto pero decidí escuchar con detalle.

-¿Quién es él?- habló una chica.

-¿Recuerdas lo que hablamos anoche?- respondió Masters –Tiene que ver con eso.

-Genial, ahora te vas a ensimismar con él y te olvidarás de mí.

-Oh querida, eso no sucederá.

-A mi no me vengas con eso, te conozco bien, eres mi padre. Cada vez que tienes un nuevo juguete tengo que fingir que soy huérfana. ¿Por qué nunca me incluyes en tus proyectos?

-No es un juguete, no eres huérfana y no lo hago porque no estás lista.

-Si claro- sonaba molesta. –De cualquier forma, no pienses que vas a poder mantenerme alejada de esto.

-No quiero que te acerques a él.

-¿Por qué? ¿Es peligroso?- Me sobresalté con el comentario.

-Tú eres la peligrosa aquí- se rió –Siempre quieres cambiar todo y a todos para que sean como tú.

-Suena a que actúo como Vlad Masters.

-Muy graciosa. Ahora vete, mi invitado y yo vamos a cenar juntos.

-Sí, sí. Como sea. Te veo mañana, papá.

¿Una hija?, eso era algo que definitivamente yo no me esperaba.

Masters no parecía alguien que tuviese la facilidad de forjar una familia, a pesar de portarse educadamente conmigo, el mismo lo discutió con su hija “ya lo habían hablado”, eso me produjo un mal presentimiento. Entré con recelo a la habitación y como lo esperaba era un salón enorme, cuyo centro era ocupado por una enorme mesa que ya estaba llena de comida.

-Buenas noches- saludó con ánimo –Espero que sea de tu agrado.

Me senté del lado opuesto y sus empleados empezaron a preparar los platos de ambos, un poco de cada cosa: carne, arroz, verdura y una copa de vino. Error, yo odiaba el vino.

Había ya tomado un par de bocados cuando me decidí a hablar, ¿por qué me había llevado a su casa?, ¿qué tenía planeado?, ¿había algo que él sabía y yo no?

-¿Por qué me trajo, Vlad?- pregunté con fuerza, el detuvo la copa antes de poder beber algo

-Eres bastante atento- subrayó entrecruzando las manos frente a su rostro –iremos entonces al grano. Soy el líder de una organización anónima anti-fantasmas.

-¿Y para qué me dice eso?

-Bien, tú eres alguien especial, chico, y sé “qué” eres exactamente.- Comencé a sudar frío. Nunca nadie había hablado de ese asunto con tanta naturalidad –Phantom- expresó casi en un susurro, me estremecí a tal punto que mi estómago casi devuelve lo poco que había probado.

-¿Cómo lo supo?

-Te dije de mi organización- bebió un poco de vino –Te hemos estado observando, y luego de una muy larga persecución te he encontrado.

-¿Para qué?- ya imaginaba hacia donde iba el asunto y no me estaba gustando -¿seré su conejillo de indias?

-De ninguna manera. Eres único Phantom, quiero que te unas a nosotros.

-No.- Dije automáticamente –No soy lo que soy por gusto, ni siquiera conozco el motivo, no disfruto siéndolo y no voy a servirle a nadie.

-Muy bien- me sorprendió la calma con la que respondió –Entonces te pediré que te quedes aquí, podrás vivir como te plazca.

-¿Qué quiere a cambio?

-Déjanos observarte, no como el conejillo de indias que planteas, no te aplicaremos pruebas, estudiaremos lo que hagas como fantasma, a tu antojo.

No sonaba mal, pero tampoco era perfecto; convertirme en el sujeto de estudio de una entidad privada supuestamente inexistente no era precisamente lo que yo buscaba para salir de mi hoyo. Pero, ¿qué otra cosa podría hacer?, era seguir como un desterrado o convertirme en su juguete distractor.

-Muy bien- acepté resignado –me quedaré aquí.

-Me place escuchar eso- fue lo último que dijo y ambos continuamos comiendo en silencio.

Me asignaron una habitación al fondo del ala izquierda de la mansión, justo sobre el laboratorio subterráneo, fue evidente que me ubicaron allí a propósito. El desayuno se servía a las 8 de la mañana, el almuerzo a las 12:30 y la comida a las 8 de la noche, fue algo complicado ajustar mi horario de “comer lo que se pueda a cualquier hora” a “solo esto a esta hora”.

La observación que Masters describió no fue tan mala, por lo general me topaba con un científico y una tablilla donde tomaba anotaciones de vez en cuando. Semanas más tarde me asignaron un gimnasio, no uno cualquiera, uno específico para fantasmas pero que podría ser útil para humanos. Me divertí en ese lugar, era fácil pasar el tiempo allí, y también algo benéfico.

-Parece que te estás divirtiendo, Phantom.- Dijo Masters un día al entrar al gimnasio.

-Bastante, gracias- gemí antes de atravesar una serie de láminas. Para ese entonces todos en la mansión se habían acostumbrado tanto a mi forma fantasma como a mi forma humana -¿tus científicos han encontrado algo interesante?

-Podría decirse- sonrió triunfante -¿te interesa saber?

-No realmente, solo quería saber si estoy siendo útil.

-Mucho en realidad. Pero hoy vine porque creo que es momento de enseñarte algo importante.

-Bien- bajé de mi pista aérea de velocidad -¿de qué se trata?

-¿Alguna vez te preguntaste si eras el único híbrido fantasma?

-¿uh?- esa era una pregunta que tampoco esperaba.

Yo era un fenómeno, en términos hostiles, dudaba mucho que alguien más sufriera mi mala fortuna. Nunca lo había pensado. Sin embargo, luego de los meses en los que vi cómo Vlad y su organización libraron millares de batallas contra fantasmas con resultados inesperados, había aprendido que cualquier cosa era posible.

-Así es- comenzó con voz pausada –Tú no eres el único híbrido en el mundo. No tenemos conocimiento de cuántos puedan existir, pero yo conozco a otro, además de ti.

¿Había más de uno como yo?, ¿por qué nunca lo supe?, ¿cómo era posible¿?, ¿cuántos podrían ser en total?, mi mente se abarrotó de preguntas sin inmediata respuesta, comenzó un ligero dolor de cabeza que por poco logra desviarme del objetivo principal y pregunta más importante: ¿quién era?

-¿Tienes algo pensado con él?- le dije intentando no parecer lo suficientemente curioso

-No. Éste sujeto es algo complicado- aclaró poniéndose junto a mí y sentándose sobre un aparato. –Pero antes de cualquier cosa quiero saber si te sientes listo como pare recibir una noticia de ese calibre.

-No veo por qué no- respondí fijando la vista en otro lugar

-De acuerdo.- Hubo una pausa mientras tomaba impulso para iniciar –Éste híbrido tiene bastante tiempo de serlo, ha tenido oportunidad de practicar con sus poderes, ha sido estudiado y ha permanecido en anonimato como tú.

-¿Podré conocerlo?- pregunté esperanzado en compartir algo que creía solo mío con alguien que quizá podría entenderme.

-Ese es el plan- sonrió con malicia.

-Excelente. ¿Cuándo?

-¿Ahora mismo estaría bien?

-E-eso sería genial- mis intentos por no sonar entusiasmado fallaron -¿Dónde?, ¿quién es?

-Phantom, creí que eras más listo.

-Por favor, Vlad- ahora era más un ruego, ¿por qué siempre tenía que hacer todo por el lado difícil? Instantáneamente mi cabeza comenzó a procesar la información. Un sujeto complicado, la respuesta –según Masters- siempre evidente, alguien anónimo y que él conocía. –No puede ser- no supe si hablé con sorpresa o burla –¡Tú eres ese otro híbrido!

-No era tan difícil de averiguar, ¿o sí?

-¿Cómo pasó?- quizá si sabía un poco de su situación, la mía podría dejar de ser un absurdo misterio.

-Hace años, en la universidad. Un accidente en el laboratorio me dio mis poderes.- Historia corta, no muy explícita, no muy útil.

-¿Y?

-Y…nada. Eso es todo. Nunca pensé que mis investigaciones del mundo fantasma lograran convertirme en parte de él.

-Si eres parte, ¿por qué lo combates?

-No por gusto. Estos fantasmas se han salido de control los últimos años. Yo siempre creí que podría hacer algo importante con estos poderes. Mis investigaciones se han prestado a soluciones anti-fantasmas. Por eso creé la organización, este es el trabajo de toda mi vida.

-¿Puedo…verlo?- me refería a su contraparte fantasmal.

-Mejor un encuentro amistoso- propuso levantándose. Tal y como ocurría conmigo, su transformación ocurría por dos aros de luz que cambiaban la apariencia física. Pasó de un hombre blanco y canoso a una figura azulada de cabello negro y contextura prominente.

Fue una lucha divertida, la primera de muchas en realidad. Sinceramente, Vlad Masters se había convertido en un sustituto de padre, la única persona que podría enseñarme todo aquello que necesitaba saber, considerando las adversas circunstancias de nuestra condición de híbridos, y yo estaba agradecido por eso. Decidí entonces ayudar a sus científicos de forma más personal, permití algunos análisis y pruebas, nada peligroso o absurdo.

Encontraron que la similitud de mi apariencia humana y fantasma –lo que no ocurría con Vlad- se debía a una muy especial estructura de mi ADN humano, que fue capaz de recibir, asimilar y moldear una entidad ectoplasmática molecular; todos estaban impresionados con el descubrimiento, afirmaban que mis dos identidades estaban tan compenetradas una con la otra que, en un futuro, difícilmente podría hablarse de ellas como cosas aisladas entre sí. Finalmente había algo de mí por lo cual sentirme orgulloso. El descubrimiento permitió especular que yo sería capaz de desarrollar nuevas habilidades fantasmales, de diversos tipos según intuían los científicos, e incluso poderes más allá de los ya conocidos en fantasmas. Eso llegó a ser algo positivo.
OMFG no puedo creer que finalmente vaya a publicar esto :3 creo que tienen muchas expectativas con este fic, espero llenarlas todas. Oh sí, el título ni idea XD era mi "borrador de título" y se quedó. Cero creatividad.

Bien, no explicaré mucho, el fic lo hará por sí mismo en un futuro. Prometo caps cortos pero sustanciosos. Por ahora no habrá canciones, ya veremos qué les recomiendo para lo que viene.

Disclaimer: Los personajes pertenecen al increíble señor Hartman, yo los uso para mis malévolos propósitos sin fines de lucro.

PD: No hago esto con frecuencia pero...¡¡Lean "Frozen Inside"!! Please .w.


Capítulo 2: Ella [link]
Capítulo 3: Demonio interior [link]
Capítulo 4: El cambio [link]
Capítulo 5: El secreto [link]
Capítulo 6: El diario [link]
Capítulo 7: Pasado y tentación [link]
Capítulo 8: Inesperado [link]
Capítulo 9: ¿Final? [link]
Capítulo 10: Complacencia [link]
Capítulo 11: Sensación [link]
Capítulo 12: Soledad [link]
Capítulo 13: Desenlace [link]
© 2009 - 2024 ElyPandita
Comments19
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
phinbella200's avatar
Aaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!
Que lindo ;-)