PnF- Rebelion - Cap 2

"Asegúrate de registrarte para poder llamarte luego". Dijo Ferb mientras besaba la frente de Isabella. Su cabello verde rozó la piel de la chica levemente. Ella no pudo evitar sentir una explosión de alegría en su corazón y asintió, abrazando a ambos hermanos. El abrazo de Phineas era usualmente rápido e indeciso, pero Ferb siempre daba un abrazo cálido y abierto, grato y largo. Isabella desde siempre lo había notado.

"¿Puedo quedarme con la niña, por favor?" preguntó Phienas con la bebé en sus brazos. Estaba tan emocionado, y sentimental, que no quería separarse de ella. Isabella rió y sonrió besando su mejilla. Ferb no estaba del todo feliz con aquello, pero sabía que lo hacía con buena intención.

"Bien, chicos, ¡diviértanse con esa bomba!" Exclamó Isabella al entrar a la cápsula. Inmediatamente encendió la luz, porque estaba naturalmente aterrada de la oscuridad. Acomodándose en el interior, buscó entre los botones en el tablero de control y presionó el que tenía una carriola bajo el nombre de "enfermería" en letras rojas. La verdad sea dicha: Isabella jamás había estado en una cápsula sola, siempre llevaba un bebé consigo, así que el temor se apoderó de ella por primera vez. Miró a través del vidrio por última vez, despidiéndose de Phineas y Ferb antes de que la cápsula fuese disparada a través de los túneles.

La cápsula era del tamaño de una cabina de fotos, perfecta para sentarse o permanecer de pie. Podía solamente llevar a dos personas por viaje pero eso era suficiente. Las cápsulas podían con facilidad agruparse en parejas para las familias y llevarles hasta el centro comercial subterráneo para comer. Danville Subterránea era exactamente como la Danville tradicional, excepto que no estaba en el exterior. Ferb había diseñado un parque para que los niños jugaras, con un lago subterráneo y una cascada, sin mencionar una jungla del tamaño de una casa de tres pisos. Phienas había construido un cinema, donde podían infiltrarse en los cinemas de Davnville para secretamente descargar sus películas y verlas. Ambos habían erguido el centro comercial, que era absolutamente fantástico. Tenía de todo, desde comida, pasando por ropas, hasta herramientas. Era un paraíso. Danville Subterránea tenía caminos para llegar al verdadero centro comercial de Danville y robar provisiones. De cualquier forma nadie parecía notarlo. Los camiones de comida podrían ser repentinamente saboteados al entregar su cargamento en las tiendas. A nadie parecía importarle.

Isabella se aferró con fuerza al cinturón negro de la cápsula cuando giró a la izquierda y continuó con fuerza a través de los túneles de Danville Subterránea. Inesperadamente, la cápsula se desvió unos diez metros causando que Isabella gritara. Jamás había viajado por ese túnel… ¿Podría ser una nueva adición?

Pero no, no se sentía del todo bien. La luz de la bombilla era su único confort, enterró las uñas con fuerza en la tela del asiento. Miró a través del vidrio, pero no podía ver nada más allá de su cápsula. Repentinamente, la cápsula tembló y se sacudió, terminando por detenerse completamente en medio del túnel. Todo era inútil. Estaba atrapada.

"No aquí… ¡NO aquí! Rayos…" Gimió a vaja voz y se decidió por buscar el botón de llamado de emergencia. Podría contactar a Phineas y Ferb y decirles que estaba atrapada y que necesitaba ayuda. Pero tan pronto como presionó el botón, las luces de la cápsula se apagaron. Todo se apagó. No había escape; no había forma de que ella pudiese salir.

"¿Qué está pasando?" Entró en estado de pánico, desabrochó el cinturón que le mantenía cautiva. Quizá podría caminar y salir del túnel por sí misma, pero no sabía cómo llegar a la enfermería. Especialmente en medio de la oscuridad penetrante, donde no podía ver si quiera la palma de su mano. Y aunque sus ojos intentaron con fuerza ajustarse a la ausencia de luz, simplemente no podía ver. Era como si fuese sumergida en una piscina de tinta negra.

Súbitamente, escuchó el vidrio de la cápsula romperse. Un guante entró y le sujetó por la garganta, sacándole de la cápsula a través del vidrio lacerado. Gimió y dejó escapar un sonido ahogado, agitó las piernas para liberarse pero solo logró ser lastimada por los mortales trozos de vidrio que se mantenían intactos en la cápsula. Lloró, intentando recuperar el aliento pero la mano alrededor de su cuello hizo presión y cortó su circulación.

"Tranquila…" fue la última palabra que escuchó antes de que su visión fuese nublada por cientos de estrellas haciéndole finalmente perder la conciencia, llevándose consigo la imagen de unos ojos azules.
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Original: Orthgirl123 | Traducción: sam-ely-ember © 2010